Los delincuentes del robo de motos tienen todo bien planeado. Generalmente son bandas bien organizadas que tienen el trabajo distribuido por tareas. Cada grupo se encarga de una parte del proceso. Hacer seguimiento a la moto, robar, transportar, desarmar y vender. En algunos casos se omiten pasos, pero en forma general este es el proceso que siguen para delinquir.

Barcelona desde hace mucho tiempo es el lugar preferido para robar motos. Los datos indican que desaparecen 7 motos por día en esta ciudad. En el 2018 se robaron 2.493 y solo encontraron unas 1.000.  ¿A dónde se llevaron las demás, las desarmaron o las vendieron? Es una incógnita de la cual no se tienen aún datos estadísticos.

Desde principios de este año, se han realizado detenciones de delincuentes dedicados al robo de motos. En enero, en el paseo de Lluís Companys de Barcelona se detuvo una furgoneta con la tarjeta de ITV vencida. Al pedir al conductor que abriera las puertas del vehículo, se encontraron bolsas negras con partes de motos.

Las grandes bolsas negras de plástico, contenían seis manillares de motocicleta modelo Honda SH 125. El conductor es de origen marroquí. El pasaporte contenía sellos de entradas y salidas de Marruecos. Esto es un posible indicativo de que las motos robadas en Barcelona o cualquier lugar de España llegan hasta Marruecos.

En este sentido, el sargento de los Mossos d’Esquadra Eduard Rodríguez, desarticuló una banda de ladrones dedicados al robo de motos. El sargento junto con su grupo de investigación desmanteló uno de los grupos criminales que roban constantemente motos en Barcelona.

Rodríguez lidera las cuatro unidades de investigación de los distritos de Sarriá, Les Corts, Grácia y Nou Barris. Ellos se han encargado de determinar la vía que siguen las motos. Desde que las roban hasta el nuevo destino del vehículo.

Modus operandi y rutas que siguen las motos desde el robo hasta el destino final

Los ladrones de motos, hacen un seguimiento de las motos que van a robar. En primer lugar frecuentan las zonas donde se ubican las oficinas y estacionamientos más visitados. Es donde hay mayor movilidad y frecuencia de motorizados. Allí detectan si dejan las llaves pegadas o si las motos están protegidas. Bien sea con cadenas,  si tienen GPS o cualquier otro dispositivo para protegerlas.

Al pasar una semana aproximadamente, después de hacer este seguimiento, regresan a buscarlas. Si todavía la moto frecuenta el sitio y está en el lugar, la suben a una furgoneta con rampa. La montan y se la llevan.

Hay tres posibles rutas hacia donde es desviada la moto robada. Primeramente antes de escoger una de las rutas, las llevan a almacenes clandestinos. Allí les desmontan las piezas, una a una y las guardan.

De allí  van hacia Marruecos, venden las piezas a un taller mecánico o las venden a un comprador inocente. Ya le han creado una nueva documentación. La moto desaparece ante los ojos de las autoridades y de su antiguo dueño.

En este sentido el sargento Rodríguez explica. “Hay intermediarios que se dirigen a estas organizaciones para comprar las motos por piezas y trasladarlas en ese estado hasta Marruecos». Estos las transportan en camiones hasta Tarifa. Generalmente van mezcladas con trozos de metal de desecho. Así burlan los controles fronterizos del Estrecho de Gibraltar.

Luego viajan en ferri hasta Tanger en Marruecos. Allí las reconstruyen para colocarlas nuevamente en el mercado. La furgoneta atrapada en el paseo de Lluís Companys de Barcelona, es una muestra rudimentaria de este modus operandi.

En el caso de ventas de partes a talleres mecánicos. Existen empresas de distribución, sin escrúpulos, que compran las piezas robadas.

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La última vía es comprar una moto robada. Generalmente se hace por internet. Venden motos que han sufrido un siniestro total. Según dice el sargento Rodríguez, «En realidad, no estaban comprando las motos, sino su documentación».

Con los papeles en regla arman una moto nueva y la venden igualmente vía internet.  Los compradores son vendedores de vehículos de segunda mano.

En Barcelona hay un parque de motocicletas de aproximadamente 300.000 motos. Solamente en 2018 se robaron 2.493. No espere que la suya forme parte de este grupo de motos robadas. Tome las precauciones necesarias y prevenga los robos.